domingo, 27 de junio de 2010

Excursión de la Parroquia

La excursión de este año fue al Valle del Tietar. Estuvimos viendo Pedro Bernardo, un pueblo de nuestra provincia que todavía conserva el encanto de una arquitectura rural típica de la zona sur de nuestra provincia, con casas de adobe y madera, con balconadas llenas de flores. Parece que es un pueblo colgado en la sierra, con unas calles estrechas y llenas de cuestas. Desde la sierra bajamos al Valle, a Piedralaves, donde tuvimos la Eucaristía en la Iglesia parroquial. Fue un momnento para compartir la fe. Desde allí subimos a compartir la comida a la charca de la nieta. Los más atrevidos se bañaron en el agua fria. Terminamos el díia merendando en Sonsoles. Fue un día bonito en el que compartimos la alegría, y la fe. Merece la pena celebrar juntos todos los grupos de la parroquia, desde los niños hasta los mayores, un día así. Todo el año trabajamos en los distintos campos pastorales. Y todo trabajo bueno tiene que tener siempre un final festivo y alegre.

Avisos importantes

Durante los meses de julio, agosto y septiembre se suprime la misa de 7 de la tarde de los domigos.

El despacho parroquial será los lunes y viernes de 18 a 19 horas.

En el mes de octubre comenzarán los actos conmemorativos del 25º Aniversario de la inauguración de este templo. Si tienes alguna fotografía, comentario, anécdota, etc. que desees compartir, puedes ponerte en contacto con alguna de las personas que hacen La Vidriera, en el correo electrónico lavidrierainforma@yahoo.es, o bien con este blog (parroquiasanjoseobreroavila@gmail.com). Os animamos a participar.

Planear tu verano

Todo el mundo en el mes de junio hace sus planes para el verano. Toda la familia planea las vacaciones; algunos se apuntan a cursillos; otros se quedan en casa y procuran disfrutar lo que pueden; los amantes del campo salen con la familia y los amigos a merendar y a bañarse en el río. Los jóvenes apuran el tiempo para dormir más y salir más a la calle: los conciertos, el deporte, los campamentos.
Lo cierto es que en verano se cambia de ritmo, porque el trabajo disminuye, porque el tiempo es caluroso y los días son más largos.
Por desgracia mucha gente hoy tiene vacaciones forzosas y el verano es un período más que prolonga su situación.
El verano, aparte de los tópicos de siempre, puede ser un buen momento para enfrentarse con el mundo interior de cada uno. El exceso de actividad nos impide pararnos y reconstruirnos. La vida va dejando huella en nuestra personalidad, pero siempre dejamos para otro momento la solución a nuestros problemas interiores. Y ese momento no llega nunca porque nos programamos con actividades que nos distraen y nos alejan de ese punto del que huímos. Cuidar nuestro interior es una tarea enorme. ¿Nos da miedo hurgar en ese baúl de nuestro ser más íntimo?
Descubrir la vida incluye descubrirnos a nosotros mismos: nuestras preocupaciones se ven de otra manera cuando las analizamos con sosiego; nuestra personalidad y actitudes interiores se descubren cuando hacemos ese viaje, que parece tan imposible, hacia nuestro ser más íntimo. En verano podemos hacer miles de kilómetros para ir a la playa, pero nos asusta viajar adentro, porque nos da miedo lo que podamos encontrar…
En verano programamos los viajes, las actividades, los encuentros con amistades que no vemos durante el año. Eso es bonito. ¿Pero dejamos un espacio para nosotros? Un paseo solitario por el campo nos puede hacer mucho bien. Un encuentro en la intimidad con Dios nuestro Padre, nos puede iluminar de tal modo, que puede renacer en nuestro interior eso que estaba muerto y que en verano puede volver a la vida. Una Eucaristía vivida con sosiego y sin prisa nos puede devolver la confianza y la admiración por la Palabra de Dios. Si no nos reconstruimos en verano, ¿cuándo lo haremos?.

Tú eres mi Dios...

«Tú eres mi Dios; mi felicidad está en ti.
Los que buscan a otros dioses no
hacen más que aumentar sus penas;
jamás pronunciarán mis labios su nombre»
Repito esas palabras, te digo a ti y a todo el mundo y a mí mismo que soy de veras feliz en tu servicio, que me dan pena los que siguen a «otros dioses»; los que hacen del dinero o del placer, de la fama o del éxito, la meta de sus vidas; los que se afanan sólo por los bienes de este mundo y sólo piensan en disfrutar de gozos terrenos y ganancias perecederas. Yo no he de adorar a sus «dioses». Y, sin embargo, en momentos de sinceridad conmigo mismo caigo en la cuenta, con claridad irrefutable, que también yo adoro a esos dioses en secreto y me postro ante sus altares. También yo busco el placer y las alabanzas y el éxito, y aun llego a envidiar a aquellos que disfrutan los «bienes de este mundo» que a mí me prohíben mis votos. Sí que renuevo mi entrega a ti, Señor, pero confieso que sigo sintiendo en mi alma y en mi cuerpo la atracción de los placeres de la materia, la fuerza de gravedad de la tierra, la pena escondida de no poder disfrutar de lo que otros disfrutan.
Aún sigo buscando la felicidad fuera de ti, a pesar de saber perfectamente que sólo se encuentra en ti. Hazme encontrar la verdadera felicidad en ti; hazme sentirme satisfecho con mi «heredad», mi «lote» y mi «suerte».

Nuevo número de La Vidriera

Ha salido un nuevo número de La Vidriera, concretamente el número 51. Os lo podéis descargar en la zona de descargas del blog o pinchando aquí.