viernes, 6 de octubre de 2017

Dejar un hueco a Dios en nuestro horario


Comienza el curso, es el momento de plantearnos nuevas metas y propósitos, de iniciar actividades hasta ahora desconocidas, de avanzar de nivel, de gestionar el tiempo, de programar y de hacer horarios.

También es el momento de preguntarnos ¿dejamos un hueco para Dios en nuestro horario? Podemos responder con rapidez a esta pregunta y decir que vamos los domingos a misa, o llevamos a nuestros hijos a catequesis, que rezamos por las noches al acostarnos y que a lo largo del curso tendremos un par de bodas, la comunión de algún sobrino o el bautizo del niño que acaban de tener unos amigos. Seguro que también hacemos un hueco a Dios antes de los exámenes de final de evaluación, o cuando estemos preocupados por algún tema médico propio o de nuestros allegados.

Dios es el Señor del tiempo, del ayer, de hoy y de mañana, ¿no se merece que le dediquemos algún rato más?

Si queremos a Dios, deberíamos relacionarnos con él de la misma manera que lo hacemos con nuestros seres queridos, algo que se resume en cuatro términos: escuchar, acompañar, compartir y celebrar.

Escuchar: estemos siempre atentos a la Palabra de Dios, tengamos pequeños momentos para leer el Evangelio de cada día, para contemplar y hacer nuestras las actitudes que tuvo Jesús en su vida.

Acompañar: no olvidemos que Dios se hace presente en cada persona que encontramos en el camino de la vida, caminemos junto a los otros, vivamos junto a ellos sus alegrías y sus tristezas, su vivir cotidiano.

Compartir: aprovechemos para vivir la fe de forma compartida. Son muchos los grupos que hay en la parroquia y seguro que alguno tiene algo que nos gusta. Vivir la fe junto a otros es algo que nos enriquece.

Celebrar: Dios es alegría, es Resurrección, es esperanza, es amor, todo esto es digno de ser celebrado en comunidad, por eso no hagamos de ir a misa una rutina o el cumplimiento de un mandato, sino que la Eucaristía dominical sea ante todo y sobre todo celebración y la acción de gracias del amor que Dios nos regala.

Que durante este curso tu horario siempre esté lleno de Dios.

Evangelio del domingo


LA PIEDRA QUE DESECHARON LOS ARQUITECTOS ES AHORA LA PIEDRA ANGULAR

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los senadores del pueblo: Escuchad otra parábola: 

Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. 

Llegado el tiempo de la vendimia, enviaron sus criados a los labradores para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. 

Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último, les mandó a su hijo diciéndose: «Tendrán respeto a mi hijo». 

Pero los labradores, al ver al hijo se dijeron: «Éste es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia». 

Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron. 

Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores? 

Le contestaron: Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a sus tiempos. 

Y Jesús les dice: ¿No habéis leído nunca en la Escritura: «La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular? ¿Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente»?  

Por eso os digo que se os quitará a vosotros el Reino de los cielos y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.                                                                                                                                                                                                                                               
  Mateo 21,33-43


El dueño del campo plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar, edificó una torre y por último la arrendó a unos viñadores para que la trabajasen. Y aquí empieza lo inaudito: uno a uno los viñadores mataron a los servidores que envió el propietario. El propietario podía haber enviado la guardia de la ciudad, sin embargo, después de mandar a varios de sus siervos envía a su hijo único. ¿Dónde está la prudencia de esta actitud? ¿Dónde está escrito que en caso de que el heredero fuese asesinado el asesino heredaría los bienes del propietario? Cualquier persona con un poco de justicia diría que Jesús tomó una actitud un poco insensata. Sin embargo, Cristo estaba contando su propia historia a los fariseos. ¿Por qué justamente a los fariseos? Porque quería salvarlos, porque ninguno puede burlarse de Dios cuya bondad y justicia son infinitas.

Esa viña también podemos ser tú y yo: tantos dones que hemos recibido de parte de Dios con tanto amor y delicadeza, y que, tal vez, no hemos respondido siempre a esos cuidados del Viñador celestial. Es más, quizá no le hayamos dado frutos buenos, sino sólo uvas amargas y podridas. Cristo está esperando que también nosotros “le demos los frutos a su tiempo”. ¿Qué frutos has dado a Dios hasta el día de hoy en tu vida? ¿Eres tú uno de esos viñadores homicidas que rechazan a Cristo con su rebeldía, incredulidad o indiferencia? 

Cristo es la piedra angular de la historia. Y el reino de los cielos que Cristo ha conquistado con su muerte por amor a nosotros se entregará sólo a esos que han sabido dar en el momento oportuno los frutos de la viña al propietario. Cristo por tanto debe ser la piedra angular de nuestra vida. No podemos permanecer indiferentes ante las exigencias de esta parábola: o entregamos los frutos al propietario de la viña cuando él nos los pida o no se nos entregará nada a cambio. No existe una tercera posibilidad. ¿Estaríamos preparados si Cristo nos pidiera cuentas en este momento?

Agenda


-Todas las tardes, antes de misa, hay rezo del Rosario

-Se reanuda el horario normal de misas. Días laborales a las 19’30   Domingos y días de fiesta a las 11’30, 12’30 y 19’00

-El día 15, fiesta de La Santa, se suprime la misa de 11’30 (por orden del Obispado). El resto de misas siguen su horario normal de cualquier domingo.

Nuevo número de La Vidriera


Este fin de semana se repartirá en la Parroquia un nuevo número del boletín informativo parroquial La Vidriera. Ya puedes descargarlo haciendo click aquí.